- Desde su llegada al gobierno, la 4T ha marcado un antes y un después en los procesos de licitación pública en México.
Con un enfoque renovado en la transparencia y la legalidad, la administración actual ha logrado transformar un sistema que, durante años, estuvo marcado por la opacidad, la corrupción y la falta de competencia.
Hoy, bajo la política de la Cuarta Transformación, se busca no solo asegurar la calidad de los productos y servicios adquiridos, sino también garantizar que los procesos sean abiertos, públicos y accesibles para todos los ciudadanos.
Un Cambio Radical: Licitaciones Abiertas y Transparentes
Antes de la 4T, muchas licitaciones se realizaban en privado, favoreciendo a un reducido grupo de proveedores que, a menudo, entregaban productos o servicios de baja calidad. Estos acuerdos, a puerta cerrada, perpetuaban un ciclo de corrupción donde las empresas privilegiadas se aseguraban los contratos sin cumplir con las expectativas de la ciudadanía.
Con el arribo de la 4T, este sistema se transformó por completo. Actualmente, el 90% de las licitaciones se llevan a cabo de manera pública y abierta.
Este cambio no solo promueve la participación de una mayor cantidad de actores interesados, sino que también permite que el proceso sea monitoreado en tiempo real por todos los involucrados, lo que elimina cualquier posibilidad de manipulación o favoritismo. La implementación de plataformas digitales ha sido clave para garantizar la visibilidad y el seguimiento de cada licitación, lo que fortalece la confianza pública en las decisiones gubernamentales.
Este cambio se ha complementado con el uso de plataformas digitales que permiten a los ciudadanos y a los participantes seguir el estado de las licitaciones en tiempo real. Gracias a estas herramientas, la visibilidad del proceso es total, garantizando que todos los aspectos sean monitoreados por cualquier interesado, lo que fomenta una mayor confianza en las decisiones que se toman.
El cambio en la forma de licitar ha dado frutos tangibles. Un claro ejemplo de ello es el sector de la infraestructura, donde se han logrado reducir los tiempos de adjudicación y aumentar la competitividad entre los participantes. Como resultado, los proyectos han sido más eficientes y los costos se han reducido significativamente, lo que beneficia tanto al gobierno como a la ciudadanía.
En este nuevo escenario, se ha favorecido a aquellos proveedores comprometidos con la calidad y la entrega a tiempo, lo que ha resultado en una mejora sustancial en los productos y servicios recibidos por la población.

Lucha Contra la Corrupción: Sanciones y Responsabilidad
El compromiso de la 4T no solo se ha centrado en mejorar la calidad de los procesos, sino también en erradicar la corrupción que históricamente estuvo presente en las licitaciones. Gracias a las nuevas políticas implementadas, empresas que manipulaban el sistema y sé beneficiaban de contratos injustificados han sido identificadas y sancionadas, enfrentando las consecuencias legales correspondientes.
Este enfoque no solo refuerza la legalidad de los procesos, sino que también envía un mensaje claro a todos los actores del sector público y privado: la corrupción no tiene cabida en este nuevo gobierno.
La 4T continúa trabajando para hacer de las licitaciones públicas un ejemplo de transparencia, legalidad y eficiencia. Cada día, el gobierno de Morena se esfuerza por mejorar los procesos y asegurar que estos beneficien a la ciudadanía, siempre con el objetivo de garantizar el uso adecuado de los recursos públicos y promover la competencia leal en todos los sectores.

