- El secretario de Economía se muestra optimista ante un diálogo con el presidente electo de Estados Unidos y confía en una renegociación favorable para México.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó la necesidad de manejar con “inteligencia y sangre fría” la próxima renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) luego del reciente triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
En un contexto de incertidumbre sobre la política exterior de la nueva administración, Ebrard se mostró optimista y aseguró que México está preparado para abordar los cambios que puedan surgir en la relación comercial trilateral.
Tras reunirse con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, Ebrard enfatizó que existen condiciones favorables para el diálogo, a pesar de las tensiones generadas por la postura de Trump respecto al comercio y la migración.
En su campaña, Trump amenazó con imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas si no se reducen los flujos migratorios hacia Estados Unidos.
“La negociación del T-MEC debe ser prudente y estratégica. No es la primera vez que enfrentamos una situación así, ya en 2018 se vivió una renegociación compleja en la que incluso se temió por la continuidad del tratado,” comentó Ebrard. Añadió que, a diferencia de entonces, México ha registrado un crecimiento económico anual del 6.5% entre 2023 y 2024, lo que otorga una posición más sólida frente a la administración estadounidense.
Ebrard aseguró que el gobierno mexicano lleva tiempo anticipando la revisión del tratado y que la experiencia previa de 2018 fortalece la confianza de México para lograr acuerdos que beneficien a ambas naciones sin poner en riesgo la estabilidad de los sectores económicos clave.
“El diálogo con Trump y su equipo será crucial, pero estamos preparados. En 2018 nos enfrentamos a condiciones más adversas, y México supo adaptarse y lograr un resultado positivo,”
La postura optimista y estratégica de Ebrard busca enviar un mensaje de estabilidad y fortaleza a los sectores productivos de México y Estados Unidos, mientras ambos países se preparan para una nueva etapa en su relación comercial.
